Once Upon A Time In Hollywood, la película menos Tarantino de Quentin Tarantino

 

Por Emilio Estrella Morales

Es extraño si no escuchaste alguna vez que este director está sobrevalorado por el hecho de que todos lo conocen y aprecian su trabajo, tal vez no es el dios de la cinematografía, pero es un buen director y un gran guionista, sin olvidar su capacidad para recrear personajes y secuencias de acción que son parte de un estilo único e inconfundible, pero, y ¿qué tal si hiciera algo que se sale por completo de su estándar?

Once upon a time in Hollywood (EE.UU., 2019) la novena película de Tarantino, una cinta donde sigue otros caminos narrativos para contar su historia, arriesgándose a un rechazo por parte de sus fans, Tarantino apuesta por contar la historia con un estilo más pausado y adentrándonos a una historia que lleva el peso dramático hacia los conflictos internos de los personajes.

La historia va sobre Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) un actor de televisión a finales de los 60 que está experimentando una gran recaída en su exitosa carrera; se da cuenta cómo la industria fílmica funciona, como las épocas de brillo de los actores duran poco y después son reemplazados por un nuevo programa o un actor más joven. Al mismo tiempo nos presenta su amistad con su chofer y doble de acción Cliff Booth (Brad Pitt), por último, nos presentan a Sharon Tate (Margot Robbie) un personaje sacado de la vida real.

El filme se centra en estos dos amigos, no es un drama histórico en donde se usa de tema principal el asesinato de Sharon Tate, un dato histórico, Tate fue una actriz casada con el director Román Polanski, la mujer fue asesinada junto con amigos suyos en su residencia el 8 de agosto de 1969 por un grupo llamado La Familia, que era liderado por Charles Manson, un crimen horrible que dejo perplejo a todo Hollywood.

Es curioso cómo es la primera película de Tarantino en donde los personajes no están involucrados en situaciones violentas o de acción, tal como sucedió en películas anteriores del mismo director, en esta cinta podemos ver algunas escenas de acción o comedia a lo largo del filme, sin embargo el montaje y desarrollo son distintos, y eso no quiere decir que sea una mala historia, la narrativa siempre se mantiene interesante mostrándonos escenas de las viejas películas de Dalton o usando flashbacks para ayudarnos a conectar más con los personajes principales.

Pero vamos al final del filme, que sin duda es lo mejor de la película, al igual que en Inglourious Bastards (EE.UU., 2009) esta trama no es fiel a la historia, los eventos ocurren como Tarantino quisiera que hubieran pasado, la película es la historia que hubiéramos querido que ocurriera, aunque Tate no tiene tanta relevancia, es al final del filme cuando por fin se junta y complementa la historia de Rick y Cliff.

Lo interesante es que la existencia de estos dos lo cambia todo ya que el grupo de hippies deciden ir primero por Rick Dalton en vez de ir por Sharon, esto resulta en una secuencia de Tarantino en todas sus luces donde Cliff asesina a los hippies, evitando en este universo el asesinato de Sharon Tate. Dándole a Sharon la justicia que nunca tuvo con este filme, es como el final de Django Unchained (EE.UU., 2013) donde asesinan a todos los de la plantación, dejándonos con un sentimiento de satisfacción.

 
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